Intrahistoria de mi inversión en perso.na

Pese a la invasiva coyuntura, en esta ocasión no voy a hablar de deuda soberana, ni de política, ni de Apocalipsis, napalm o helicópteros. Aquí voy a realizar un streap tease financiero y profesional con el objeto de animar a emprendedores e inversores a buscar talento y desarrollarlo. Querría convenceros de que merece la pena intentarlo, a pesar de las ineludibles trabas y de la tozuda realidad económica que nos hacen vivir. Y es que, por paradójico que resulte, el peligro que nos acecha es que nos quedemos acorralados por la propia parálisis.

Pues bien, voy a hablar de una decisión de inversión que se explica tanto por la trayectoria del CEO de la empresa como por el potencial global del negocio. Para ello voy a daré algunas pinceladas sobre mis diez años en el sector donde he desarrollado mi carrera profesional: la telefonía móvil y los contenidos digitales.

Llevo desde principios de año colaborando en una ronda de inversión que en estos días ha logrado asegurar la suscripción mínima y en la que yo mismo he comprometido una parte de mi más que modesto patrimonio –y de lo que espero obtener pingües, y por tanto nada modestos, beneficios.

El proyecto en cuestión es www.perso.na. Se trata de una inversión de alto riesgo en un contexto poco estimulante: como quizá hayan oído o leído en los medios, España se encuentra en plena depresión y el mundo al borde de entrar en la segunda fase de una gran recesión global (en realidad, lo que habrán oído o leído en os medios es el muy manoseado tópico de que «estamos en crisis», pero ustedes, que no se dejarán engañar fácilmente, habrán sabido leer entre líneas). Pues bien: aun en este contexto, decía, el proyecto tiene una serie de activos que hace que estén presentes todos los mimbres para lograr el éxito.

El equipo de la empresa es innovador, experto y comprometido. Tengo la suerte de conocer desde hace casi una década a su fundador y máximo accionista: Marcos Cuevas. Además, cuenta con un elenco de inversores que saldrá a la luz próximamente y que representa lo mejor de la marca España.

Permítanme rememorar cómo nos conocimos. Yo trabajaba en el equipo de Miguel Rodríguez Cardeñosa evaluando el lanzamiento de nuevos servicios de Telefónica Móviles, y estaba analizando el plan de negocio de un servicio de reconocimiento de canciones. Entonces recibí la llamada de un chico de Barcelona que participaba en una spin-off de la Universidad Pompeu Fabra y que aseguraba tener la tecnología para hacerlo. Sus competidores eran Philips y quizá una empresa japonesa.

Me sorprendió su empuje y entusiasmo.  Pensé que no tenía nada que hacer, pero aun así le pregunté si disponían de un servidor y si podían afrontar el pago de una frame relay. Me respondió que todavía no, pero que tendrían todo. Le pregunté que dónde se proponía llevar a cabo el proyecto y me dijo que quizá en su casa. Pensé que Marcos estaba un poco loco.

Completamos el plan de negocio con la cadena lógica de estadísticas: parque potencial, usuarios de tonos musicales, que escuchen la radio, tengan conexión de datos (hablamos de 2002-2003) y sientan el impulso de llamar por teléfono a un contestador (llamado) inteligente, hacerle escuchar la canción y además comprarla: nos arrojaba una demanda potencial de mercado de nicho. Pero de nicho de la segunda acepción de la RAE: hueco para una sepultura. Además, Amena ya había lanzado el servicio y el lanzamiento no parecía importar innovación al mercado. Servicio desestimado. Con gente como yo París no tendría la Torre Eiffel, ni Alcorcón el CREA.

Sostiene Marcos que con aquella idea lo que tenía en la cabeza era Shazam (y no sé si a estas alturas habrá perdonado del todo a este analista).

 

Creo haber dicho que Marcos es muy tenaz, y alguien del equipo de e-moción (el portal oficial de contenidos de Telefónica) supo apreciar su potencial y le sugirió que montara un site de música para i-mode. De aquello nació Acquamedia, que con la mejor renovación de catálogo musical del mercado y con un sistema de recomendaciones tipo Amazon consiguió hacerse con el liderazgo del mercado en los portales de operador: primero en Telefónica y luego en Orange.

En 2005 salí de Telefónica con destino a arvato mobile (Tj.Net, del grupo Bertelsmann), que quería trasladar su papel de líder mundial en el negocio B2B de contenidos analógicos (packaging, planchado de CDs, logística, etc.) al negocio digital. Por el camino, la empresa de Gütersloh ya había comprado  y desinvertido ruinosamente en NapsterLycos .

Con el Ipod como estrella del momento y con el móvil como el mejor medio de acceso a la música, Paolo Roatta, CEO de Tj.Net, me encargó seleccionar las mejores empresas españolas para acelerar vía crecimiento externo la implantación de la compañía en España.

Mi selección fue Acquamedia y una empresa con menos negocio pero con una extraordinaria capacidad innovadora y que merecería un post aparte: Mobiledreams.

Nos reunimos con ambas empresas y evaluamos sus negocios. Ya en aquel momento eran excelentes -especialmente el de Acquamedia, que facturaba más de cinco millones de euros anuales.

Por las características de arvato, centrada en servicios B2B, la adquisición de Acquamedia tenía muy buen encaje. Pude entonces trabar con Marcos una relación de confianza y apreciar sus cualidades profesionales y humanas. Pero los socios de Acquamedia prefirieron no avanzar en las negociaciones y seguir por su cuenta, de manera que no llegaron a escuchar ninguna oferta económica. Creo que a estas alturas y después de seis o siete años no hay problema en que lo desvele.

Acquamedia siguió rodando, se hizo con las marcas blancas de distribución de música de la mayoría de operadores en España y se extendió a Latinoamérica. Entre 2006 y 2007 Marcos propuso dar un paso más allá de la venta de tonos para el móvil o descarga de canciones: se trataba de una tarifa plana para escuchar música a la carta en streaming. Tenía los clientes y los derechos de las discográficas; la duda para el operador era si este servicio saturaría su red. El proyecto quedó en el limbo.

Sostiene Cuevas que aquello era Spotify.

 

Marcos Cuevas vendió su participación en Acquamedia y fundó Layers, embrión de lo que hoy es perso.na

Persona es una aplicación que permite seleccionar los contenidos digitales preferidos y los muestra en un formato que cuida al máximo la presentación. La aplicación crea una web con la persona del usuario, que puede ser seguida para estar al tanto de las recomendaciones de los usuarios.

Aquí tienen algunos perfiles o boards ya activos para que quien quiera pueda hacerse una idea de cómo funciona el servicio:

http://perso.na/davidvegas

http://perso.na/njord

Algunos comparan esta aplicación con Flipboard. Sin embargo, los creadores consideran que, de parecerse a algún proyecto, este sería zeen, aunque insisten en la originalidad de su propuesta.

En cuanto al modelo de negocio, Persona es una aplicación de pago para Ipad y tendrá disponible la afiliación de contenido premium como spotify. Aparte, se ofrecerá una versión gratuita y reducida con publicidad.

En los próximos meses, y con el capital captado en esta y en la próxima ronda de financiación, se lanzará el servicio en otras plataformas y dispositivos –empezando por Iphone-, se desarrollarán nuevas versiones, se internacionalizará aún más la oferta y se incluirán contenidos cada vez más atractivos.

Cifro el éxito de mi apuesta en el buen hacer de los gestores. Mientras, seguiré analizando la actualidad política y económica aquí y en twitter, aunque con menos asiduidad: y es que a partir de Septiembre tendré menos tiempo para mis excogitaciones económicas y políticas porque empezaré a deberme a Genera Mobile (por cierto: los que tengáis niños no os perdáis sus cuentos interactivos: Playtales. O sí, si queréis seguir teniendo tablet).

 

Full Monty

 

 

 

 

 

 

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